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Mucho se ha dicho, con razón, que la fatalidad de la derecha con todas sus variantes, estriba en que sólo han logrado perfilar tenuemente una unidad anti-Chávez, y con ello anti-socialista, anti-democrática. Cargados de odio. Sin considerar la máxima de San Agustín: “Odiar es como beber veneno y esperar que otra persona muera“.

Por contrario el Comandante Hugo Chávez en el “Golpe de Timón” nos decía: “Entonces, venimos con el tema de la democracia, el socialismo y su esencia absolutamente democrática, mientras que el capitalismo tiene en su esencia lo anti-democrático, lo excluyente, la imposición del capital y de las élites capitalistas. El socialismo no, el socialismo libera; el socialismo es democracia y la democracia es socialismo en lo político, en lo social, en lo económico”.

Así tenemos que para los capitalistas, terratenientes u oligarcas, con todos sus variantes (verdes, azules, blancos o amarillos), es sumamente difícil, incluso imposible, presentar alguna propuesta programática, teórica o conceptual unitaria, alterna a la propuesta chavista del Socialismo, con un régimen político sustentado en la Democracia Participativa y Protagónica. Mucho menos hacerlo con algún viso de honestidad y desprendimiento. Ninguno dice por ejemplo: “somos neoliberales”, “buscamos de calentar las orejas a los militares pa’ un golpe”, “hay que eliminar los Consejos Comunales y la Participación Protagónica”, “el lucro, la explotación y la máxima ganancia son mis motivaciones existenciales”, “formé y financié mi partido con reales de PDVSA”, “recibimos financiamiento para derrocar al gobierno de los norteamericanos y del NarcoParaco Uribe”.

Toda sociedad y/o cuerpo social, requiere de un mínimo de coherencia, sostenida en el tiempo, y de apego a normas comunes aceptadas por todos los factores políticos. Lamentablemente la derecha venezolana no ha respetado estos principios básicos de la democracia. Solo han demostrado su incapacidad de concertarse en torno a diversas visiones de la sociedad, incluso entre ellos mismos, que creen en la explotación humana para “el desarrollo”, y que, a pies juntillas, les importa un bledo la depredación del planeta, mofándose del “Quinto Objetivo Histórico” del Plan de la Patria.Todos ellos, en esencia son profundamente antidemocráticos. En los últimos 15 años lo han demostrado. Ninguno es responsable de nada de lo que hacen o dicen, son la simulación de lo que nunca han sido ni serán. La señora Machado habló del “capitalismo popular”, ignorando que los tiempos de la Margaret Thatcher pasaron. O llaman eufemísticamente al asesinato de inocentes y la destrucción de la economía, “descargando su arrechera” o con “La Salida”.Ahora nuevamente, con el inicio de clases, piensan embochinchar el país. ¡Sobrarán entre ellos los que callen ante nuevos crímenes, para nuevas derrotas sin responsables…!Culmino compartiendo el análisis lapidario de Henry Ramos Allup “La oposición está como se ve”, vale decir, un desastre. No Pasarán….

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