Percepciones y Salario
Aumentar los ingresos de las Trabajadoras y Trabajadores, sin aumentar el salario básico nominal, es una medida necesaria y muy bien pensada, aunque insuficiente, pero mucho menos vulnerable a la especulación de precios en los bienes, servicios y a la especulación cambiaria a través del manejo del dólar paralelo; pero además, preserva el crecimiento que ha tenido la economía en algunos sectores, con el flujo de pequeños o medianos capitales a través las pymes y los emprendedores, de manera que no se retroceda en este aspecto.
No haber aumentado el salario básico nominal, pero aumentar los ingresos de las trabajadoras y trabajadores por la vía del incremento sustancial del bono de alimentación (en un 2.122%), y el bono de guerra económica, para un ingreso total de 75$, de los cuales 70$ serán Indexados o anclados a las variaciones de la Tasa BCV, permitió que la intención especulativa, de actores económicos que ya se frotaban las manos a la espera del anuncio del Primero de Mayo, quedaran descolgadas, y la historia vivida en años anteriores no se repitiera con tal brutalidad, al día siguiente de los anuncios.
Si es bien cierto, que el aumento de los ingresos a los trabajadores es insuficiente, no es por capricho o por el no sentir las dolencias del pueblo. Las formas y los montos que fueron aprobados, por el contrario, es por la experiencia, por el conocimiento de todas las variables, y por la alta responsabilidad de nuestro Gobierno y del Presidente, en la búsqueda por superar la guerra económica, el bloqueo y fortalecer la economía nacional.
Son diversas medidas aprobadas en favor de la clase obrera y trabajadora.
Cabe citar algunas de ellas.
* El estudio y la activación progresiva de las convenciones colectivas del sector público.
* El rescate del IVSS y del Ipasme, de manera conjunta con las grandes empresas del Estado. Está es una forma de desconcentrar el esfuerzo en materia de salud y a su vez, ponerlos a disposición directa de los Trabajadores.
* La incorporación de los Trabajadores de Base a la Directiva del Banco Nacional de la Vivienda y el Hábitat. Esta es una forma de empoderamiento directo para que los trabajadores mismos velen por garantizar este derecho por encima de los grupos y del burocratismo.
* La entrega de una Macolla Petrolera, equivalente a la producción de 50 pozos Petroleros, cuyos recursos serán solo para cubrir las Prestaciones Sociales de las Trabajadoras y Trabajadores. Esto significa una mejor garantía de eficiencia y control de los propios trabajadores en la Producción no solo de Petróleo, sino de las Prestaciones Sociales de todos.
* Proponer a la Asamblea Nacional una Reforma Tributaria para Equilibrar o Disminuir las Desigualdades entre quienes tienen más (que son menos) y los que tenemos menos (que somos más).
La acumulación y la desigualdad en el Capitalismo es el resultado de su naturaleza, así como la política de los Gobiernos comprometidos con las mayorías, es procurar políticas que aminoren y disminuyan al máximo posible estas desigualdades, al menos en el capitalismo es así.
Si algo ha demostrado el presidente Nicolás Maduro, es el pulso y la resistencia para no desbocarse, no devolverse y no achantarse.
Otra señal hasta ahora positiva tiene que ver especulación de tasa cambiaría del dólar paralelo, algunos esperaban con saña los anuncios respectivos para disparar al día siguiente los marcadores y otros para hacerle el coro.
Aun cuando estos agentes de guerra económica no requieren justificación real alguna y verdadera para subir sus marcadores, pero para efectos de la población el factor psicológico en la economía como en la política inciden y determinan.
Más allá de nuestras necesidades, de nuestros reclamos legítimos cómo trabajadoras y trabajadores, y más allá de la oportunidad de la oposición alimentar el malestar causado por la agresión continuada, la cual buena parte de su dirigencia ha promovido en contra del presidente Maduro, los elementos del problema y la situación donde nos encontramos, son complejas y de fondo, ameritan mirarlos con el cristal de la realidad, y no con el cristal de la costumbre. Los montos aprobados, atienden a las posibilidades reales en el marco de la agresión que hoy vivimos como pueblo.
En este sentido, es irresponsable querer solapar el impacto real del bloqueo como la principal causa de la realidad económica del país, con los últimos hechos de corrupción por quienes han traicionado nuestros sueños, nuestro proyecto y al propio Presidente.
Un ejercicio básico de matemáticas es suficiente para darnos cuenta, cómo es demagógico decir que con 3000 millones de dólares todos los trabajadores podrían obtener sueldos justos.
Saquemos la siguiente cuenta:
Si dividimos esa cifra referencial (que por cierto no es oficial) de 3 mil millones de $, entre la cantidad de trabajadores activos, más jubilados y pensionados del sector público redondeada en 8 millones, daría un monto de 375$ a repartir para cada persona. Si eso lo dividimos entre 12 meses, da como resultado 31$ redondeados mensual para cada uno de esos 8 millones.
Supongamos que de los 5$ de salario básico, con ese dinero se hubiese podido incrementar 31$ adicionales, para un total de salario básico supuesto de 36$ mensuales.
Ahora bien, ese monto sería solo para 1 año, pues a diferencia del daño del bloqueo lo cual no tiene comparación numéricamente hablando, entre el año 2014 y 2022 el país perdió el 90% de los ingresos en divisas.
Sin embargo, lo robado fueron recursos que debieron ingresar al Estado por concepto de la venta de recursos naturales (petróleo y cemento), y eso es una sola cuenta y un solo monto. A la diferencia con el bloqueo y el robo de activos venezolanos, radica entre muchas otras cosas, en qué nos robaron medios de producción, con los cuales se generaban recursos todos los días y de manera sostenible. No fue la venta de una producción, fue la fábrica completa (ej. Citgo de Venezuela). Así mismo el robo del Oro por el gobierno de Inglaterra, es una reserva de valor que además no se devalúa y más bien genera valor adicional. Es decir, que el bloqueo afecta la sostenibilidad de poder pagar un salario básico superior pero que sea sostenible sobre la base de la producción petrolera. Todo esto sin entrar a hablar de que cada cosa que compra el Estado Venezolano, debe pagarlo mucho más caro y lo que vendemos, lo cobramos mucho más barato.
Entonces, sigamos con la cuenta.
La sostenibilidad de un salario básico, pasa por disponer de los recursos para todas las incidencias tales como vacaciones, prestaciones sociales, antigüedad, prima por hijos y aguinaldos. Todo eso sumado, calculado a un salario hipotético básico de esos 36$, requeriría muchísimo más dinero, que esos supuestos 3 mil millones de dólares pillados por los traidores.
¿Qué lo robado impacta?, si
¿Qué estás prácticas lastiman el orden moral?, si
¿Qué ese dinero hubiese servido para la atención social?, si.
Pero atribuirle la causa de la corrupción a todas las penurias y malestar que ha sufrido el pueblo, es mentira, es indemostrable y es insensato. Para nosotros los Chavistas, más allá del robo material a la nación por parte de traidores, nos afecta más en el orden moral; pues el Chavismo dista mucho de esos hechos, y de quienes cual enchufados, aparentando estar de nuestro lado, han sido cooptados por la deslealtad, la corrupción y la incoherencia ideológica con nuestro proyecto.
Por otra parte, el aumento del salario básico nominal, además del componente material, tiene un componente psicológico. Tanto para quien lo percibe, cómo para quien lo paga, así como para todos los eslabones de la cadena y de la economía.
Basta con preguntarle a quienes hoy trabajan en el sector privado de bienes y servicios, incluso en el sector Industrial. El salario básico nominal es el mismo, solo que el ingreso mensual real se da por la vía de bonos en divisas. Para efecto de estos trabajadores, el Ingreso es uno solo.
Otra característica en el orden de lo psicológico, es la relatividad de las cosas. El género humano interpreta la realidad comparando siempre algo con algo. Lo grande respecto a lo pequeño, lo lejos respecto a lo cerca, lo dulce respecto a lo salado. En este orden de la relatividad de las cosas, es natural que el punto de comparación nuestro, nos ancle a lo que conocemos y tenemos como referencia, tradición o costumbre: los derechos adquiridos, las luchas pasadas, la comparación con otros países del continente, etc, etc., pero nuestra realidad es única.
El punto está, en qué en situaciones de conflicto o guerra, tendríamos que redefinir la relatividad de las cosas. El análisis final dependerá en parte de estas comparaciones y de valorar en su justa medida la realidad objetiva, por más cruda que sea, la ideología sin la realidad, se vuelve traumática.
Estás apreciaciones tal vez molesten a priori a algunos compañeros de la clase, pero recuerden hermanas y hermanos, esta guerra no la declaramos nosotros, nos la declaró el imperialismo y la oposición Venezolana. Cada quien que decida de qué lado quiere estar. Es antinatural e incongruente para la clase, estar del lado contrario a la Revolución Bolivariana. En una batalla, se está en alguno de los ejércitos, y habría que preguntarse si me aparto de la lucha o me desmovilizo, a qué ejército estoy favoreciendo.
Elaborado por: Jorge L. Delgado / 11.05.2023 / Foto Internet
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