Algunas propuestas concretas en función de las 4 líneas comunicacionales esbozadas por el presidente Nicolás Maduro
El pasado 27 de junio, en el marco de la entrega del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, el presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela y líder de la Revolución Bolivariana, Nicolás Maduro, esbozó 4 líneas en lo comunicacional, ante nuevos intentos de los enemigos de la patria por tratar de generar desestabilización, caos e ingobernabilidad en el país.
Esas 4 líneas lanzadas por el presidente Maduro, en un ejercicio de refrescamiento de la memoria son las siguientes:
1.- Vacunar al país contra el fascismo, la intolerancia y el retroceso.
2.- Defender la verdad de la democracia venezolana como República. Por lo que instó a la construcción de una nueva narrativa en base a la verdad.
3.- Crear una conciencia crítica aguda sobre los males de la corrupción, la burocracia, la indolencia y lo mal hecho.
4.- Investigar, conocer y divulgar la nueva Venezuela que está naciendo, que se muestre lo afirmativo venezolano, para que sea un elemento motivador para la recuperación plena de Venezuela.
El presidente Maduro, siguiendo la senda y el ejemplo de Chávez, ha comprendido la importancia de la comunicación, más allá del uso de las plataformas tecnológicas y redes sociales digitales, sino además en cuanto a la narrativa y al mensaje que debemos transmitir. Lo he expresado en otras oportunidades, que se confunde lo comunicacional con lo mediático.
Esto porque lo comunicacional tiene más que ver con hablar en radio o aparecer en televisión o hacer un like o estar en ciertas y determinadas plataformas tecnológicas.
Pues bien, luego de evaluaciones y reflexiones me permito formular mediante el presente escrito, un conjunto de propuestas concretas, enmarcadas en las líneas de acción que nuestro líder nos ha dado hace un poco más de dos semanas.
Como abogado digo que no solo basta con retomar el planteamiento esbozado en su momento por el doctor Hermann Escarrá, sobre la inclusión dentro de nuestro texto constitucional de los delitos de traición a la patria. Sin duda nuestro Código Penal vigente contempla dicha figura, y autocríticamente debemos reconocer que ha faltado voluntad política del Ministerio Público y del Sistema de Justicia de sancionar a todos aquellos y a todas aquellas que han llamado a potencias extranjeras a intervenir militarmente a nuestro país y a que también sea objeto de toda una serie de medidas restrictivas, punitivas y criminales en donde no solo somos los chavistas las víctimas de estas políticas criminales y que sin duda nos afectan en nuestra calidad de vida y cotidianidad sino a los que políticamente nos adversan.
Sugiero desde lo político y comunicacional convocar a una gran jornada de agitación y recolección de firmas de todos aquellos y aquellas que exigimos justicia ante estas acciones de solicitar sanciones contra nuestra patria, tal y como lo hicimos en el año 2015 en el marco de la orden ejecutiva o decreto 13.692 Obama-Biden, donde fuimos declarados “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional de EE.UU”.
Debe considerarse la posibilidad de la revocatoria de la nacionalidad a aquellos y aquellas que han pedido estas agresiones contra nuestra patria. Tal vez desde el punto de vista de la progresividad de los Derechos Humanos, una iniciativa como esta no tenga mucha acogida por parte de activistas en la materia, pero si pudiera ser objeto de un interesante debate a nivel nacional.
El tema de tratar de explicar el tema de las inhabilitaciones para el ejercicio de cargos públicos que impone la Contraloría General de la República, debe hacerse porque el problema no es la aplicación de esas sanciones administrativas a personeros que incumplieron con las normativas jurídicas establecidas, y pretenden manipular esas situaciones para apuntalar nuevas agresiones en contra del país. Y una de las formas de agresión es a través de la activación de nuevas medidas coercitivas unilaterales, restrictivas y punitivas para tratar de doblegarnos.
Debemos dar a conocer las experiencias de resistencia o de mitigación de los efectos del bloqueo, como el caso de lo hecho por las Comunas El Maizal en Lara, Portuguesa, Ché Guevara en Mérida o el Panal aquí en Caracas. O los esfuerzos de aplicación de ingeniería inversa por parte de funcionarios del CICPC señalados por el Comisario Douglas Rico, el pasado 23 de febrero de 2023 en presencia del presidente Nicolás Maduro y el ministro- vicepresidente Remigio Ceballos Ichaso, deben ser incluidos dentro de la narrativa comunicacional y discursiva que se propone.
Y no solamente debe ser los comunicadores y las comunicadoras sino que el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información debe avocarse a este esfuerzo. El SIBCI es mucho más que Venezolana de Televisión (VTV).
Por ejemplo, TV FANB, canal dirigido por uno de los militares más brillantes que he conocido como lo es el General Bencir Guerrero, tiene buenos programas, pero lamentablemente mucha gente no ve. Esta realidad tiene que ser cambiada de manera inmediata.
Hay que priorizar desde mi punto de vista programas donde se hagan investigaciones y cuyas conclusiones se presenten a la opinión pública. Sobre las cosas que pueden hacerse pese al bloqueo y las agresiones a las que hemos sido objeto, aquellas que sin dejar de formular la crítica necesaria sobre lo mal hecho, pero que además, también nos aporten soluciones, cursos de acción y formas para que podamos resolver problemas actuales. Sin que ello implique sacar de la programación programas de entretenimiento y esparcimiento necesarios y de públicos variados.
Creo que estas son algunas ideas y propuestas que bien podrían servir en lo concreto para aterrizar un poco las mismas líneas de acción comunicacional propuestas por el presidente y líder de la Revolución Bolivariana, Nicolás Maduro Moros.
Elaborado por: Juan Martorano / 11.07.2023
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