Nuevamente el Estado sionista de Israel escala su acción genocida contra el pueblo palestino. Una vez más, la política imperial norteamericana busca reafirmar su posición hegemónica, en una de las zonas de mayor valor estratégico en el planeta. Ante ello, la ambigua posición de la ONU contrasta con la resolución adoptada en su Asamblea General del año pasado, declarando el 2014 como el “Año internacional de Solidaridad con Palestina”. Cabe destacar, que en fecha muy reciente, hubo un acuerdo crucial entre las facciones políticas palestinas Hamas y Al-Fatah, anteriormente trabadas en una pugna que afectaba la lucha por la autodeterminación. También, en el plano internacional, el ingreso del Estado palestino en la ONU por decisión abrumadora de la mayoría de los países, fue un duro golpe a las pretensiones israelíes. No tengo la menor duda de que estos factores precipitaron la agresión israelí.
Para el momento en que redacto estas líneas al menos 135 palestinos, en su mayoría civiles, han perdido la vida y más de 900 han resultado heridos en la Franja de Gaza. De esta trágica cifra, 38 de los fallecidos son infantes y cerca de un tercio de los heridos corresponden a civiles, también niños o niñas, adultos mayores y mujeres. “Nosotros no tenemos sirenas que nos avisen que va a haber un bombardeo. Estamos viendo la tele, comiendo, haciendo cualquier cosa y, de repente, un ataque. Es un sonido insoportable. Los niños se ponen a gritar, a llorar y solo puedes consolarles y distraerles cantando”, es el doloroso testimonio de Ahmad Yacoub, secretario de la Asociación de Escritores Palestinos.
Cada vez que se ha requerido, el gobierno revolucionario venezolano ha alzado su voz solidaria y clara, como la luna llena para con este heroico pueblo. Nuestro apoyo, más que constituir las meras declaraciones diplomáticas que ya conocemos en el tema, se ha expresado de manera activa. En 2009, nuestro gobierno rompió relaciones con el Estado de Israel. Más aún, hace apenas dos meses y con motivo de la visita del presidente palestino Mahmud Abbas, el presidente Maduro suscribió varios acuerdos comerciales, energéticos, educativos y políticos, entre ellos uno de tipo estratégico como es la creación de Petropalestina, siendo consecuente con el legado y el compromiso que asumió el Comandante Presidente Hugo Chávez con la justicia y la causa árabe, entendiendo la solidaridad como un ejercicio práctico que reporta beneficios concretos a este hermano pueblo en lucha.
Un último detalle que, por vergonzoso para Venezuela, no quiero dejar pasar. Antes de abordar estas líneas, le di mi vistazo a las noticias sobre el mundo político nacional. ¿Qué dicen respecto a este conflicto la oposición tan “defensores de la libertad”? Silencio. Pero un silencio de esos que, a gritos, delata su complicidad con la ignominia.